La principal característica que conocemos del gallo es su canto matutino para marcar su territorio. Pero además de eso, esta ave doméstica tiene otro gran símbolo inconfundible (junto con la papada), y ese es una protuberancia en forma de cresta roja y carnosa que va unida a su imagen, y cuya mutilación en aves vivas está completamente prohibida por diversas razones. Pero, ¿para qué sirve la cresta de los gallos y las gallinas realmente?
Para qué sirve la cresta de los gallos es un tema que da lugar a mucho debate. En primer lugar, se defiende que tiene una función social ya que es un elemento de atracción sexual, porque la intensidad de su coloración se regula por las hormonas sexuales y se incrementa en la época de cría. Esto también sirve para ellas, ya que según algunos investigadores el tamaño de la cresta de las gallinas está relacionado con su capacidad para poner más huevos, ya que la gallina con la cresta más grande atrae más a los machos.
En general en la naturaleza, la cresta está relacionada con un símbolo de ornamento sexual. Esto no significa que las gallinas con la cresta más pequeña sean malas ponedoras puesto que hay más aspectos genéticos que influyen en ello.
La cresta de la termorregulación
Y es que también se sabe que la cresta, que comienza a salir a partir de las 3 u 8 semanas de edad, en función de la raza, desempeña un papel importante en la termorregulación del animal ya que puede hacer circular la sangre más rápido en los días más calurosos lo que facilita la liberación de calor de su cuerpo.
Con su crecimiento se va acentuando el color rojizo (el más predominante en las razas aunque hay otros colores) y la de los gallos va a crecer siempre más que la de las gallinas, y ellos la usan para atraer a las hembras especialmente en la época de apareamiento, porque cuanto más grande es la cresta mayor es proporcionalmente el nivel de testosterona de ese gallo.
La cresta como espejo de la salud
Para las personas que cuidan de estos animales es además una señal de alerta puesto que la cresta se inflama rápidamente cuando el animal tiene una infección. Una cresta vistosa es la demostración más evidente a los ojos de que ese animal está sano. Si por ejemplo la cresta se pone de color morado, no es una buena señal.
Quienes conocen bien el mundo de estas aves saben que hay diferentes tipos de crestas, que van a depender de los genes del ave. Puede tratarse de una cresta sencilla que varía en grosor, altura o número de dientes; de guisante, en rosa o rizada (muy hermosa y llamativa), en forma de nuez (resultado de cruzar ave de cresta de guisante con otra de cresta rosa) o cresta doble que hace que la cresta se divida por la mitad, entre otras tipologías. Y el tamaño de la cresta entre unas y otras puede variar mucho.
Es mejor prevenir que curar
Es una obligación ciudadana por ley velar por el cuidado del bienestar animal, de modo que hay que cuidar de tener un gallinero saludable.
Hay remedios naturales para su cuidado como son el ajo y la cebolla que se les pueden añadir bien picaditos a su ración de comida porque tienen altas cantidades de azufre y vitamina B12, que previenen los gusanos intestinales y tienen propiedades antibióticas, entre otras virtudes. El orégano también es un antibacteriano muy bueno.
Maravillosas crestas
Se sabe que la cresta tiene una gran concentración de ácido hialurónico que es un producto natural muy bueno para las articulaciones y para la epidermis de las personas, ya que con el paso del tiempo se pierde esta sustancia. En la cocina tradicional de algunos países europeos y cada vez con más frecuencia en la alta cocina, se usa como ingrediente codiciado en recetas.
Pero aunque se utilice en productos para rejuvenecer por su alto contenido en colágeno o en recetas de cocina cabe recordar la prohibición de cortar esta cresta con el animal vivo ya sea para estos usos, para gallos de pelea o por cualquier otro motivo.
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